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Tetracordios ascendentes con progresión por segundas diatónicas ascendentes.
Tetracordios ascendentes con progresión por terceras diatónicas ascendentes.
Tetracordios descendentes con progresión por segundas diatónicas descendentes.
Tetracordios descendentes con progresión por terceras diatónicas descendentes.
Para poder dominar la técnica es necesario, en primer lugar, conocer el lenguaje del guitarrista, en primer lugar, los nombres de las diferentes partes del instrumento.
Muchas son las partes de la guitarra. Algunas tienen una función ornamentativa, como por ejemplo la roseta que adorna a la boca; otras tienen una función de amplificación del sonido, como la caja de resonancia y la boca; y otras partes tienen como objetivo la producción de un sonido definido, como las cuerdas, la cejuela, la selleta o los trastes. A continuación se verá en profundidad la utilidad de cada parte.
Al vibrar producen el sonido habitual del instrumento. Su sonido depende de varias cosas: Cuanto más cortas son (longitud) más agudo es su sonido, cuanto más largas más grave. También su grosor afecta al sonido, las más finas son agudas mientras que las más gruesas suenan más graves. De forma similar afecta el material con el que fueron construidas, las cuerdas de acero producen, a un mismo grosor, alturas más graves que las de nylon. Y por último afecta la tensión de las cuerdas, las menos tensas producen sonidos más graves que las más agudas. Las cuerdas se pulsan o arañan con una mano mientras que se presionan con la otra mano. En un diestro se pulsarían con la mano derecha mientras que se presionan con la izquierda.
La caja de resonancia amplifica el sonido de las cuerdas, haciendo que este suene más fuerte. También modifica el sonido propio de las cuerdas así como una caverna produce eco y modifica el sonido de quien grita dentro de ella.
La boca funciona de conexión entre las cuerdas y la caja de resonancia. Sin ella sería como que alguien gritara en Madrid esperando el eco de una caverna en Andalucía.
Sirve para ajustar la tensión de las cuerdas, al estar más tensas suenan más agudas y fuertes, al estar menos tensas suenan más graves y débiles. Al ajustar la tensión de la cuerda se busca lograr una afinación deseada. La afinación más común de las cuerdas de la guitarra es Mi (E2), La (A2), Re (D3), Sol (G3), Si (B3), Mi (E4).
Los trastes hacen que cuando el guitarrista presione una casilla varíe la longitud de la cuerda. Hacen que la cuerda no vibre en su totalidad, sino desde él hasta el puente. Cuando ningún traste es presionado la cejilla funciona de primer traste, por lo que la cuerda nunca suena en su totalidad.
Nueva partitura en Aula de Guitarra. Esta vez le ha tocado el turno a Agustín Barrios y su pieza cumbre «La Catedral».
Agustín Pío Barrios, también conocido como «Nitsuga Mangoré» nació en Paraguay, en San Juan Bautista Misiones, el 5 de mayo de 1885 y falleció en la capital de El Salvador, en 7 de agosto de 1944. Fue un guitarrista clásico y compositor paraguayo de origen guaraní, considerado el compositor más notable de la guitarra post-romántica latinoamericana, junto con Antonio Lauro.
Durante su juventud estudió en Asunción con Gustavo Sosa Escalada y composición con Nicolo Pellegrini. Transcribió piezas de Bach, Beethoven y Chopin. En 1910 dejó Paraguay pretendiendo estar un breve período dando conciertos en Argentina, pero fue tanto su éxito que se quedó en el país rioplatense por 14 años, tocando también en Brasil, Chile y Uruguay, donde estudió con Antonio Giménez Manjón. El diplomático Tomás Salomini le hizo de mecenas, organizando recitales para él en Mexico y Cuba. Incluso llegó a tocar para el presidente de Brasil en 1919. En 1930 adoptó el seudónimo Mangoré en homenaje a un legendario jefe guaraní, y en 1934 viajó a Europa con Salomini, viviendo en Berlin y visitando Bélgica y España. En 1936 regresó a latinoamérica, enseñando en el conservatorio de San Salvador desde 1939 a 1944. Los críticos han comparado a Barrios con Segovia como intérprete y con Paganini como virtuoso. Fue el primer guitarrista latinoamericano de primer nivel en ser escuchado en Europe e hizo numerosas grabaciones entre 1913 y 1929 para sellos como Odeón, Atlanta y Artigas.
Pese a sus orígenes humildes, Barrios escribió música para guitarra de alta calidad y combinó muchas de las características de sus predecesores, Sor y Tárrega. Compuso alrededor de 300 composiciones para guitarra solista. Entre sus piezas más destacadas se encuentran «La catedral», «Danza paraguaya», «Un sueño en la floresta», «Preludio, op.5 no.1», «Julia Florida», «Una limosna por el amor de dios», «Mazurka apasionata», «Vals, op.8 nos.3 and 4», y sus «Variaciones sobre un tema de Tárrega», que forman parte del repertorio habitual de los guitarristas.
La catedral fue compuesta por Agustín Barrios inspirándose en la Iglesia Matriz de Montevideo Uruguay, que conociera en uno de sus viajes. Claramente inspirada en Johann Sebastian Bach, «La Catedral», compuesta 1921, está considerada la obra cumbre de Barrios, que incluso consiguió la aprobación de Andrés Segovia, que elogió la composición, aunque nunca la interpretó.
La partitura se presenta en formato pdf, para ser impreso en una hoja A4 o para ser visualizado en un Kindle de seis pulgadas.
| Formato | Digitaciones | Descargar |
| A4 | No | Click |
| Kindle | No | Click |
Hemos incorporado al contenido de la web una edición limpia, sin digitaciones, de seis piezas fundamentales de Francisco Tárrega: Recuerdos de la Alhambra, Lágrima, Pavana, Mazurca, Adelita y el Capricho Árabe.
Francisco Tárrega nació el 29 de noviembre de 1852 en Villareal, provincia de Castellón. Comenzó a estudiar guitarra con un guitarrista folclórico de su localidad, posteriormente cursó estudios en Valencia con Julián Arcas y Tomás Damas y más tarde estudió armonía y piano en el Conservatorio de Madrid.
Posteriormente se estableció en París, donde hizo buenas amistades entre artistas, poetas, políticos y músicos de la talla de Isaac Albéniz, Felipe Pedrell o Tomás Bretón.
En el año 1882 creó su propia escuela en Barcelona, dandole junto a sus discípulos un nuevo impulso a la guitarra, entre los que se encontraron Miguel Llobet y Emilio Pujol, entre otros. Falleció el 15 de diciembre de 1909 en Barcelona.
Clickea aquí para descargar la colección de seis piezas para guitarra de Francisco Tárrega.
Ya está disponible en Aula de Guitarra la transcripción para guitarra de las primeras diez «Fantasías» para vihuela de Alonso Mudarra.
Alonso Mudarra fue un compositor y vihuelista español del Renacimiento. Hizo innovaciones tanto en música instrumental como vocal y forma parte junto con Luys de Milán, Enríquez de Valderrábano, Esteban Daza, Diego Pisador, Miguel de Fuenllana y Luis de Narváez del grupo de los siete vihuelistas españoles del siglo XVI cuya obra ha llegado hasta nosotros.
Estuvo a las órdenes de Maria de Medici y fue tutor del rey Louis XIII, convirtiéndose en músico estable de la corte real.
Una fantasía es una forma musical libre que se distingue por su carácter improvisatorio e imaginativo, más que por una estructuración rígida de los temas. Así, permite al compositor una mayor expresividad musical relajando las restricciones inherentes a otras formas tradicionales más rígidas, como la sonata o la fuga. Como ejemplos ilustrativos de este contraste podemos citar la Fantasía cromática y Fuga de Johann Sebastian Bach o la Sonata Op. 27 Quasi una Fantasia de Beethoven; también se pueden citar las 12 fantasías para violas de Henry Purcell o la Fantasía en fa menor del compositor Frederic Chopin.
En el renacimiento, la Fantasía es una forma contrapuntística libre que puede desarrollarse con imitación canónica, ya sea estricta o no, pero casi siempre parcial.
Entre las piezas más destacadas de esta colección de diez fantasías de Alonso Mudarra cabe citar a la décima, «que contrahace la arpa a la manera de Ludovico», sin duda la pieza más interpretada del autor. Las diez fantasías se encuentran en el primero de los «Tres libros en cifra para vihuela de mano».
Las diez fantasías de Mudarra, si bien tienen una rítmica libre, casi siempre se enmarcan en un compás binario, aunque incluye ocasionales hemiolias, típicas del período renacentista. La armonía de las piezas es modal.
Aula de Guitarra comparte en la web su primera transcripción. Si bien ya se había compartido material en la página personal del que aquí redacta, aún no se había dado la ocasión de hacer uso de esta página web. Pronto serán más las partituras y tablaturas disponibles para descargar.
En esta ocasión, se ha subido la transcripción para guitarra de una tablatura original para laúd de 10 órdenes compuesta por Robert Ballard.
Robert Ballard, que nació probablemente en París cerca del año 1575 y murió después de 1650, fue un destacado laudista y compositor francés. Su padre, llamado de igual forma, fue uno de los directores de la editorial musical «Le Roy & Ballard», que fundó con su primo laudista Adrian Le Roy.
En 1612 trabajó para Maria de Medici y fue tutor del rey Louis XIII, convirtiéndose en músico estable de la corte real en 1618. Publicó dos libros de laúd: «Premier Livre de tablature de luth» (1611) y «Diverses Pièces mises sur le luth» (1614).
La pieza, que lleva el número diez (Dixiesme), se titula «Angélique».
Tiene un ritmo ternario danzable, con un comienzo anacrúsico y ocasionales hemiolias.
Desde el punto de vista armónico está focalizado en el tono de la, y el modo es mayor con algunas incursiones, por cierto muy renacentistas, por el modo mixolidio.
El pizzicato, también conocido como muteado en la guitarra eléctrica, consiste en tapar con la palma las notas que se tocan con el pulgar. Esto le da un sonido similar al efecto de los cordófonos de cuerda frotada. Se utiliza en las composiciones desde el período clásico, especialmente común en la obra de Paganini y Fernando Sor.